martes, 14 de agosto de 2007

De Micros y Conductores... 404

Don Juan Oliva es Chofer de Buses de la empresa Express de Santiago hace 2 años. Anteriormente también se desempeñaba en este rubro. Durante 8 años como conductor de las aborrecidas micros amarillas.
Son casi las 5 a.m. y don Juan Oliva se prepara para que el bus de su empresa lo venga a recoger y así llegar a las máquinas. Durante el trayecto van a buscar a sus otros compañeros, hasta llegar a paradero seis de Pajaritos donde se encuentran las micros.
Sin haber tomado desayuno, don Juan ha comenzado a hacer sus recorridos. Llega la hora punta y con ello los furiosos pasajeros que lo único que desean es llegar a sus trabajos. Sin embargo, a pesar del desagrado que demuestran los pasajeros, el señor Oliva abre sus puertas siempre con un rostro de serenidad.
Ya son casi las 11 a.m. y don Juan, aún no ha cambiado de turno para poder tomar una taza de café, o lo que es peor todavía, para poder ir al baño. Llega al paradero ubicado en Nattaniel Cox, donde debería estar el conductor de relevo… Pero nada. Don Juan nuevamente va hacer otro recorrido. Dentro de éste, nos comenta sobre las ventajas y desventajas que le ha traído el nuevo sistema. Dice que independiente de que no ha tenido horario de descanso, cuentan con una casa donde tienen desde: cocina, dormitorios para descansar y baño con ducha, entre otros. También se les ha entregado completo uniforme, cosa que antes casi no se veía. Además que la empresa les había prometido un sueldo de US $1000, que corresponden a $520.000 pesos chilenos aproximadamente y que hoy su sueldo base es de $250.000, pero que añadiendo bonos alcanza hasta los $400.000.
Sigue su recorrido habitual y nos cuenta que antes los asaltos se podían manejar, ya que cuando les pedían dinero ellos sólo se limitaban a entregar lo que tenían recaudado en sus cajas. Comenta que:”Hoy los pasajeros están más propensos a ser atacados y nosotros al no llevar nada, somos víctimas de constantes agresiones". Luego añade: “Muchos de mis colegas, hoy han sido violentamente agredidos. Muchas veces golpeados por la agresividad con la que vienen los pasajeros, porque se quejan de que no paramos y cuantas cosas más, por lo que la gente anda muy sensible a eso”.
Por otro lado, don Juan cree que el fracaso del sistema tiene responsabilidad compartida, aunque argumenta que de los 6 meses que lleva el plan en marcha, este ha mejorado paulatinamente. Cuando habla de responsabilidad compartida, se refiere a la mala gestión empresarial, la mala disposición de la gente, e incluso la de los choferes de los buses y dice:”Los conductores, con el objetivo de cumplir con las vueltas asignadas no se preocupan de los pasajeros, dejándolos sin locomoción y de esta manera quien esté cumpliendo con el servicio a cabalidad lleva la máquina al máximo de capacidad de pasajeros, transformándose en un caos para el usuario”.
Finalmente, cuando ya el reloj marca las 12 p.m. y nos encontramos en el paradero de Amunategui, el señor Oliva se encuentra con que tiene relevo y que después de 7 horas continuas de recorrido, por fin puede tomar una taza de café y descansar.